miércoles, 16 de noviembre de 2011

4. Tamara.

Ayer hable con David, cada vez tengo mas ganas de verle. No paro de pesar en él. Espero que mañana no me deje tirada como el lunes... Estos eran los pensamientos, entre muchos otros, que se peleaban dentro de mi cabeza por un poco de atención durante estos minutos en los que estaba sentada en mi sitio esperando a que llegara Gemma. Si llegaba a primera hora. Pronto he hablado, Gemma en este momento estaba entrando por la puerta. Llevaba una chaqueta Adidas de colores fucsia y plateado y unos vaqueros oscuros muy ceñidos, había que reconocer que Gemma es muy atractiva, y si no tiene novio es por voluntad propia porque no habrán chicos que vayan detrás de ella. Hoy lucia una sonrisa que hacia tiempo que no le veía, estaba radiante, feliz, y eso le sentaba bien.
-Anda, ¿Pero quien es esa chica tan guapa que acaba de entrar?- Chille en mitad de la clase con el fin de que los alumnos que ya estaban en sus respetivas mesas miraran hacia Gemma, y de esta manera provocaran que se sonrojara, típico de ella, y esto le diera un color que hacia que estuviera mas impresionante, si es que eso era posible.
-Hola, que cabrona que eres.- Me da un pequeño puñetazo en el hombro, al que yo recibo con una queja exagerada y entre risas las dos nos damos un abrazo, como signo de que ya estoy perdonada por el rato de vergüenza que le he debido de hacer pasar.
- ¿Ayer hablaste con Miguel?
-Si, pero no...
-¿Y eso?
-Que fue un hola y adiós, mentira, creo que no le dije ni adiós- Y se le escapa una risilla. A esta hoy le pasa algo, pero no se que es... Esta demasiado feliz, me recuerda a... Esta tiene novio!
-Gemma!
-Por favor Tamara, si ya estoy en clase creo que lo que le tengas que decir a Gemma tendrá que esperar.- No, ahora no. Ya había entrado en clase el profesor de Física y Química, tan puntual como siempre. Pero era importante. Gemma tenia novio!, o bueno algo por el estilo... Porque si no, no se que pondría hacerla sonreír de esa manera tan estúpida, tan estúpida como... cuando yo empecé a salir con Luis.


Junio.

Hoy ha sido el mejor día de mi vida. Soy tan feliz. Completamente feliz. No creo que haya nadie en el mundo más feliz que yo. ¿Como soy tan estúpida? Lo estoy exagerando. Pero es que en este momento, tumbada en mi cama, no podía controlas mis sentimientos. Me sentía como un concursante de La Ruleta de la Suerte que se acaba de llevar dos mil euros. ¿Que digo dos mil euros? Mil millones de euros.
Esta tarde había sido perfecta. Luis, el chico por el que llevo semanas luchando, me ha pedido salir. Y lo mejor de todo ha estado muy cariñoso conmigo, hemos ido a la playa a ver como el sol se iba escondiendo, para sumergirnos en la penumbra. Una penumbra en la que me sentía a gusto, feliz, radiante, y todo porque estaba en los brazos de Luis. Ojala aun estuviera ahí. Sentada encima de él, rodeada por sus compactos brazos, mientras el me acariciaba el pelo. Suspiro. No puedo desear nada más, aparte de que llegue mañana y le vuelva a ver cuando venga a verme a la salida del instituto.
Aun no me puedo creer que Luis me quiera, y no será porque no me lo ha repetido veces. Luis, el chico perfecto, no lo habría conocido sino fuera gracias a mi hermano, mira algo tenia que agradecerle. Todo fue porque hará casi un mes mi hermano se fue de botellón y yo me fui con Gemma a dar una vuelta. Ya serian mas o menos las dos de la madrugada cuando me llamo mi hermano diciendo que acudiera donde estaba el para irnos juntos a casa que el ya estaba cansado, renegué un poco pero al final le hice caso, menos mal que le hice caso. Cuando llegue a la explanada en la que estaban vi que habían mucha gente y entre esa gente estaba Luis, el no conocía a mi hermano, ni mi hermano a él. Cuando llegue mi hermano me dijo que acababa de llegar su, por entonces, novia, una tal Lorena, a la que nunca llegue a conocer puesto que no duraron mas de dos semanas. Bueno volvamos a lo importante, Gemma y yo no pintábamos nada allí así que nos separamos un poco de la gente y nos sentamos en un bordillo. En ese momento fue cuando vi por primera vez a Luis, vino hacia nosotras, y se sentó a mi lado. Había discutido con un amigo y quería hablar un poco con nosotras.
¿Creéis en el amor a primera vista? Pues lo mío fue algo así. Lo vi, venia hacia nosotras, tan alto y guapo como es, con su pelo castaño corto, peinado en forma de cresta, sus ojos azules, que como mas tarde puede comprobar eran preciosos, rodeados de unas gruesas pestañas, lo que hacen que destaque mas el azul, y su piersing en la ceja, que le sentaba genial. Aquel día llevaba una camisa a cuadros azul, abierta, con una camiseta blanca ceñida debajo, que marcaba sus trabajados músculos. Vamos, ¿Que más se puede pedir? Y encima era muy simpático.
Desde ese día no pare hasta que averigüe todo lo necesario para poder verle en alguna fiesta y que tan solo pareciera una casualidad. Comenzamos a conocernos y pese a que tenia cuatro años mas que yo, empezamos a quedar en plan amigos el y yo. Cuando estaba con el aunque sabia que yo solo era para el una amiga no podía estar mas contenta, sentía que es corazón quería escapar de mi pecho para estar siempre con el de él. Pero también fue duro escuchar como estaba empezando una nueva relación con una chica de su clase. Que aunque no era muy estudioso se estaba sacando un modulo. Las semanas en la que me empezó a contar lo mucho que le gustaba esa chica, no podía soportarlo, no conseguía pensar en otra cosa, sabia que en el fondo lo único que ayudaría es estar lejos de el, cortar relación y dejarle ser feliz. Pero a la vez sabia que si hacia eso... No podía, le quería. Y era mejor soportar el dolor estando con él, que morirme sola.
Pero todo cambio el día en el que me contó que la chica esa ya no le importaba porque yo hacia que él se sintiera mejor, mas seguro. Dijo que me quería y que había sido un tonto pasando tanto tiempo conmigo y darse cuenta ahora. Pero también me dijo que necesitaba tiempo, que aun no podía empezar algo enserio que quería tomarse un tiempo, pero que por mucho que tardara que nuca olvidara que me quería.
Y eso tiempo ha acabado hoy. Hoy pensaba que iba a ser un día normal como los demás de las ultimas semanas en los que quedamos para ir al parque, al cine o simplemente a pasear juntos y hablar. Pero no, hoy me ha llevado a la playa y tras merendar y darnos un chapuzón, me ha dado una cadenita de plata. Es preciosa. Me ha dicho que me quería y que ahora estaba completamente seguro de que me quería a su lado, pero no como la amiga que había sido este último mes, no, como su novia. Y le he besado, aunque no era la primera vez, esta ha sido especial, no solo por el asqueroso sabor a arena, ha sido especial porque los dos estábamos seguros y libres. Al principio a sido un beso temeroso, con miedo a fastidiarla en el principio, hay que ir a paso firme pero seguro, pero una vez finalizada la toma de contacto a ido ganando pasión, hasta que al final, muy a mi pesar, he tenido que separar mis labios de los suyos porque me quedaba sin aire.
Se con seguridad que mañana va ir a recogerme al instituto, me hace sentir como la niña a la que viene su papa a recoger después del cole.  Porque aunque yo aparente algo más de mi verdadera edad, de 15 a 19 hay un gran cambio. ¿Pero no dicen que en el amor no importa la edad? Pues eso, que nosotros somos el claro ejemplo. Solo que claro no creo que mi hermano o mis padres si se enterasen opinasen lo mismo... ¿Pero y que? No voy a permitir que nadie ni nada estropee lo nuestro ni ahora ni nunca. Nunca voy a dejar de quererle lo se. Es perfecto nunca podré encontrar a alguien igual. Le amo.
En ese momento una lágrima salió de mi ojo derecho y descendió por mi mejilla hasta caer en mi colcha. Esa lágrima significaba muchas cosas, alegría, amor, y toda una tarde de emociones contenidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario