miércoles, 18 de enero de 2012

8.Tamara.

Tardes. Tardes aburridas. Tardes divertidas. Tardes de tardes. Hoy no se muy bien que hacer, me estoy aburriendo un poco, esto no es típico de mi. Esta noche mi madre se va a ir a cenar con unas a migas y mi hermano va a aprovechar para ir a una fiesta a si que la casa queda sola. No pienso cenar sola, he bajado y he comprado lo típico, lo que sabes que a todos les gusta, es fácil de hacer y económico. He comprado jamón york, queso, papas, pan Bimbo y bebidas no alcohólicas varias. En este instante estoy en el comedor viendo una serie policíaca que hacen por las tardes que me encanta. Intriga y asesinatos, combinación perfecta para tenerme entretenida de seis a siete todas las tardes de lunes a viernes. El capitulo de hoy esta acabando, en la pantalla se ve como se llevan arrestada a una mujer por haber matado a su marido y arrojarlo por un puente. En este momento sonrió solo de imaginarme a mi llena de barro hasta las rodillas arrastrando el cadáver de mi hermano en una bolsa. Seria algo patético porque me harían falta dos personas como yo para arrastrar su cuerpo. Es una suerte que nunca vaya a tener ese problema, puesto que adoro a mi hermano y no creo que sea capaz de hacerlo daño ni a una mosca, bueno  si la mosca se llama Dolores y es profesora de castellano me parece que sacaría fuerzas de sobra para apañármelas con el saco yo solita.
-Tamy, ¿ha acabado ya al serie?- Grita mi hermano desde su habitación, a saber que querrá ahora, tiene una tele en su habitación, no tiene la necesidad de quitarme a mi la del comedor, bueno aunque con tal de fastidiarme... En momentos como este me dan ganas de meterlo en la bolsa.
-Si, pero tu tienes una tele en tu cuarto, no necesitas esta así que no marees.
-No te pongas así es que quería decirte una cosa, y como se que te gusta mucho esa serie y no era urgente, no quería interrumpirte- Ups, retiro lo dicho, que mono es cuando quiere. Ya esta en el comedor, coge asiento al lado mío.
-¿Que pasa? ¿Es algo grave?
-No, ¿por que?
-Como venias tan tranquilo y simpático. Normalmente cuando alguien pretende dar una mala noticia se pone más comprensivo y amable, para crear un ambiente más relajado donde la otra persona se pueda sentir acogida después de la noticia.
-Tranquila, tanta serie policíaca te esta trastornando. Despierta Tamara, en el mundo real no todo son malas noticias y asesinatos.
-Pero la mayoría...
-No seas tonta - Y me da un pequeño capón. Segundos mas tarde me abalanzo sobre el y acabamos los dos en el suelo pegándonos, mordiéndonos y haciendo el tonto como hacia mucho tiempo que no hacíamos. Recordando esas disputas de cuando aun íbamos al colegio.
-Bueno, de esto ni una palabra a nadie -Dice mientras se termina de arreglar al camiseta.
-Pero si tú no tienes reputación, soy yo la que debe procurar que esto no salga a la luz. - Los dos nos reímos. Si antes he dicho que adoro a mi hermano es mentira, lo amo.
-Bueno, lo que te quería decir, que hoy David a acabado en el hospital - No me lo puedo creer, va a faltar a la segunda cita también. Pero que digo, eso es lo de menos, quizás este grave, quizás le tengan que operar, no, no puede ser, sino mi hermano no me lo habría dicho así.- Haciendo parkour se ha dado un golpe en la cabeza y ha estado en coma durante unos minutos, por eso lo han llevado al hospital, por si acaso. Pensaba que como te gusta y eso, deberías saberlo.
-Gracias tete.
-Perdona, pero que nos hayamos peleado, como lo harían dos niños de parvulitos no significa que puedas volverme a llamar tete.
-Bueno... Esta noche como vas a ir a la fiesta esa he pensado que podía invitar a alguien a casa... tete.
-Mientras no sea a David... teta.- Se empieza a reír.- Que mal suena, me parece que te voy a seguir llamando Tamy.
-Y si fuera David... - Hay que ver como me gusta discutir, es obvio que no he invitado a David pero seguro que será divertido ver como reacciona mi hermano.
Finge como que le ha sonado el móvil. Lo coge y empieza a hacer como si hablara con alguien.
-¿Si?... Entiendo... ¿No hay fiesta?... Que pena me tendré que quedar en casa cuidando de mi hermanita...
-¡Vale! Se que no estas hablando con nadie, pero  no he invitado a David, puedes ir a la fiesta tranquilo.
-Sabía que no le habías invitado. Si le hubieras invitado estarías corriendo de un lado para otro de la casa, no hubieras preparado cena de sándwich, y estarías en tu cuarto eligiendo la ropa que te ibas a poner o cualquier chorrada menos estar sentada en el sofá viendo la tele con ese chándal de ir por casa y ese moño, que por cierto te queda muy bien.
-Gracias, y no sabia que fueras a ser detective, si al final va a resultar que eres tu el que ve las series policíacas a escondidas. Por cierto, ¿que es eso que he oído por el insti de que estas saliendo con la Marta Blanco? Pillin... -Y empiezo a hacerle cosquillas aunque se de sobra que no tiene.
-Que mal informada estas, tu hermano aun es el soltero más atractivo y codiciado de todo el instituto.- Y empieza a hacer posturitas estúpidas.
Y de esa manera, entre cotilleos y tonterías la unión de los dos se hace más fuerte. Siempre habíamos estado muy unidos pero los diferentes problemas sentimentales que habíamos sufrido los dos en los últimos años habían afectado un poco a nuestra relación. Aislándonos a cada uno en su propio mundo lleno de problemas. Olvidando a la gran persona y hermano que teníamos, tenemos y tendremos siempre a nuestro lado. Esperemos que en estos próximos meses nada de lo que pueda ocurrir dañe esta unión.

domingo, 15 de enero de 2012

Personajes.

Esta seria un poco la idea que tengo yo de las protagonistas. Pero creo que cada uno tiene a su Gemma y Tamara particular.

Gemma. 


Tamara. 

jueves, 15 de diciembre de 2011

7. Gemma.

Que dolor de tripa. Supongo que serán los nervios pero ya no puedo más. No he comido casi, cosa que no es muy habitual en mí, que por lo general como como  dos personas. Me he intentado distraer pintando, pero nada, no puedo pensar en otra casa. Es como cuando ocurre un accidente muy importante en el país, que por mucho que quieras distraerte y ver una serie, en todas las cadenas están poniendo la misma noticia, las mismas imágenes, todo igual. Pues eso me pasa a mi, tenia un colapso cerebral, mi mente estaba atascada sin remedio en el mismo tema. El tiempo se hace eterno y no tengo manera de distraerme para hacerlo mas ameno. Solo se me ha ocurrido meterme al Tuenti y esperar a ver si en la lista de conectados aparecía el nombre que estaba esperando, ese que debería ocupar un lugar entre Lucia García, una chica muy calladita y que apenas tiene vida social, y Matías Viana, el típico chulo que se pasa la vida jugando a fútbol y paseando a chicas con su preciosa Yamaha, según tengo entendido una de las motos mas veloces del mundo, o eso va presumiendo. Esta claro que las motos no son una cosa de la que entienda mucho.
En este momento estoy caminando por la acera de camino al instituto, aun falta un cuarto de hora, pero en mi casa ya no quedaba nada por hacer, había puesto la lavadora, fregado los platos y el suelo, había acabado los deberes y estudiado para un examen que tenia la semana que viene, cosa que nunca hago, suelo dejarlo todo para el ultimo día a ultima hora.
Es una tarde tranquila, soleada, con un clima perfecto y tan típico de Valencia en estas fechas. No hace un calor sofocante, pero si lo suficiente para poder ir con una chaqueta fina y manga corta. Otro de los problemas a los que me había enfrentado esta tarde había sido el tema del vestuario. Siempre tendré ropa de sobra, pero nada adecuado a la situación. Me parece que hoy me ha pasado lo que tantas veces se repite, tiras a buscar una camiseta, en este caso una marrón con un poco de escote, justo la que te viene perfecta para ese conjunto tan mono que ya tienes preparado, pero la buscas, te vuelves loca mirando por todos los lados, y nada, la camiseta no aparece, te conformas con otra cosa que no le va mal pero no es la perfecta que buscabas, pero al día siguiente abres el armario sin tener nada pensado y de repente la ves, colgada, delante de tus narices, como burlándose de ti y te das cuenta de que ha estado ahí todo el tiempo y la ves ahora, cuando no la necesitas. Pero bueno, al final me he puesto una camiseta básica de tirantes negra con una chaqueta de punto gris, que compre la semana pasada en Stradivarius, con unos vaqueros pitillo azules que se meten por dentro de unas botas grises con el mínimo tacón y muy cómodas.
No se si estoy enamorada o es una simple obsesión provocada por el hecho de recibir un trato especial por parte de un chico como Marcos.  Ya se que no lo conozco mucho, ya, pero el tiempo que he estado hablando con el por el Tuenti, que no ha sido poco, y el poco tiempo que hemos hablado cara ha cara me he dado cuenta de que es perfecto y que me gusta mucho, que no creo que haya nadie tan simpático, sensible, por otro lado, pero a la vez gracioso, y que además de todo esto tenga el físico que el tiene."Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única."  No se si Jorge Luis Borges tendrá razón pero según lo que dijo yo estoy sin duda alguna enamorada de Marcos.
Ya he llegado a la puerta del instituto, he llegado cinco minutos antes de lo previsto, pero así mejor, me dará tiempo de tranquilizarme, serenar mi agitada respiración y ponerme los cascos de mi MP4 y escuchar algo de música. Pongo el modo aleatorio, no tengo ganas de escuchar ninguna en concreto solo pretendo distraerme un poco. La primera que suena es "Buscando el sol" de El Pescao, me encanta esta canción. La escucho sin pensar en nada y pensando en todo, siguiendo el ritmo de la música con la cabeza. Absorta en mi mundo. Pero a la vez contemplando como en el árbol de enfrente un pajarito esta construyendo su nido, baja al suelo a por ramitas y vuelve a subir, una y otra vez, debe ser un trabajo muy duro, menos mal que el mínimo esfuerzo que tengo que hacer yo es subir las escaleras hasta mi casa, y eso, si no va el ascensor.
<Haces que se me pasen las horas y salga el sol, a veces antes de tiempo...> La canción continua, esta parte me encanta. Muevo los labios cantando la canción y una sonrisa se dibuja en mi boca, hay que ver la cantidad de cosas tontas que te dan una pequeña, pero tan necesaria, repentina felicidad. Solo que no puedo sentirme muy identificada porque de momento lo único que esta consiguiendo Marcos es que estos cinco minutos se me estén haciendo eternos.
Miro el reloj. Ya hace cinco minutos que tenía que estar aquí,
¿A que juega? Vale, he venido muy pronto pero el esta llegando tarde, y es el quien me ha invitado, debería llegar el primero y no al revés. En ese momento veo que a lo lejos hay dos chicos besándose, no los conozco de nada, pero me distraigo pensando en su situación. Parecen de mi edad, casi con toda seguridad estén empezando una relación, ya que a mi edad son más bien pocos los que pasan de los dos meses saliendo con la misma persona. Puede ser un beso de reconciliación por una discusión pasada, por un malentendido ya olvidado, por una situación malinterpretada que les ha provocado una estúpida separación de caminos que con ese beso se vuelven a juntar. Puede que simplemente sean amigos, o estén de rollo, que ese beso no signifique nada para ninguno de los dos, seria triste puesto a que no soy muy partidaria de ese tipo de "relaciones", si es que se pueden llamar relaciones.
En ese momento estoy completamente ensimismada en mis pensamientos absurdos, cuando de repente siento que dos brazos me agarran por detrás a la altura de la cintura, en un segundo intento darme la vuelta para ver el rostro de mi atacante, pero estoy muy pegada a el y el girar la cabeza lo único que consigo es que sus labios choquen con mi mejilla y me de un improvisado beso allí donde se estamparon. Sus labios siguen apoyados allí, cuando con por el rabillo del ojo consigo ver sus ojos, los reconozco al instante. ¿Como no iba a reconocerlos? Llevo todo el día pensando en esos ojos verdes, de mirada tranquila. En ese momento me suelta, ojala no lo hubiese hecho nunca, me podría haber quedado allí con el a mi espalda agarrados, podría haber llovido, nevado o granizado que no me hubiera importado lo mas mínimo, pero claro, teníamos que ir al cine.
-Siento el retraso, es  que cuando me pongo a tocar pierdo un poco la noción del tiempo.
-Tranquilo, si yo tampoco hace mucho que he llegado -Miento, no se porque, me ha salido natural, supongo que no quiero hacerle sentir mal o que se preocupe, para mi es suficiente con que haya venido.
-Pues vamos, que vamos a llegar tarde.- Empezamos a caminar, los dos juntos, sin tocarnos pero aun así lo suficiente cerca como para que una persona ajena a nuestro mundo pueda pensar que somos pareja. El, alto, guapo, con una sudadera negra con unas letras delante en blanco, unos pantalones vaqueros y unas Nike. Vamos la típica indumentaria de un chico de su edad. Yo, una chica alta para su edad, pero aun así mas bajita que el, menos mal porque sino esto habría sido un problema. No es que no hayan parejas así pero estéticamente queda mejor que el chico sea el alto, aunque siendo Marcos me hubiera dado igual que midiera un metro. Bueno quizás haya exagerado un poco.
No había mucho tema de conversación íbamos los dos callados andando hacia el cine, pero los dos sonriendo, en ese momento pensé que quizás lo que para mi era un silencio cómodo para el se le estaba haciendo pesado, y quizás piense  que yo soy un sosa, y eso si que no, mejor será que saque un tema.
-Bueno... ¿Y que tal los estudios? - Típica pregunta estúpida, que poco brillante estas hoy Gemma.
- Primero esta siendo algo difícil, sobre todo Física y Química, espero que me apruebe... ¿y a ti?
-Bien, no me va a caer ninguna.
-Puf... es que cuarto es facilísimo si lo comparas con primero de bachiller.-Pone cara de chulo, levanta la barbilla y me mira desde arriba con aire de sobrado- Y seguro que vas a letras.
-Pues si vale, ¿algún problema?
-Pues que es muy fácil, y no tiene ningún merito aprobar, tienes que sacar notas altas...- Se esta chuleando de mi y encima solo hay que ver como a remarcado la palabra "aprobar", con tono despectivo.
Entre cierro los ojos y descargo toda mi fuerza y mi rabia con un puñetazo que se estrella con su hombro, dejo de andar, cruzo los brazos en mi pecho y de miro con cara de "te lo has ganado". Él se toca el hombro y lo mueve, ni que le hubiera roto un hueso.
-Ay... ¿Y eso?
Pongo morritos y pongo cara de niña pequeña.
-Te estabas burlando de mi.- Veo como intenta evitar reírse, como para no. Estoy en mitad de la calle imitando una rabieta de lo más infantil.
-Pero sabias que era de broma.- Sigue masajeándose su dolorido hombro y yo sigo con mi postura, no pienso ceder.
- No, si el puñetazo también...
-¿Tu vas a boxeo o algo así?
-No, pero creo que no se me daría nada mal.- En ese momento no puedo mas, me doblo en una carcajada y él me imita. Los dos estamos parados riéndonos tranquilos, relajados, como si no fuéramos a llegar tarde al cine, pero en este instante eso pierde importancia. La gente pasa y se nos queda mirando, nos sonríen y nosotros seguimos riendo, jadeando por la falta de aire. Pero en ese momento me suena el móvil. Me dejo de reír, no sin mucho esfuerzo.
-¿Si?
-Bueno, que tal con tu príncipe azul.
-Bien... aquí estamos yendo hacia el cine.
Me mira con cara de curiosidad, él también a dejado de reírse, solo que esa preciosa sonrisa permanece aun en sus labios, muevo los labios intentando que entienda con quien estoy hablando "Tamara" el asiente con la cabeza, lo ha entendido. Se apoya en el lateral de un coche.
-¡Gemma! ¿Si o no?
-Hum... perdona pero no te he entendido...
-Podías prestarme algo de atención... Que si crees que te dejaran cenar en mi casa.
-No se... pero Tamy... ya hablaremos. ¿OK?
-Vale, adiós gorda.
-Si sigues así me vas a acomplejar.
-Sabes que es de broma.
-Otra con las bromitas…- Y le miro a Marcos que sigue atento a mi conversación y por lo tanto se ríe, al igual que yo. Antes de que Tamy consiga preguntar algo mas ya he colgado, y me acerco a Marcos.
-¿Crees que podremos ver por lo menos el final de la película? porque al paso que vamos...
Con un simple "Tienes razón" nos encaminamos hacia el cine mas felices y relajados hablando de cualquier tontería, de alguna que otra cosa seria, pero sobre todo sintiendo, disfrutando del momento, viviendo. Y anhelando que la tarde siga como ha empezado, entre risas y algún que otro puñetazo, obviamente siempre por parte de Gemma.


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Perdón por saltarme el capitulo de la semana pasada pero andaba algo liada. Un beso. :)

miércoles, 30 de noviembre de 2011

6.Gemma.

  -Las partículas que forman los gases están en un estado de continuo movimiento caótico... - Y el profesor sigue con su explicación, que con casi toda seguridad se estuvo preparando al tarde anterior y a la que solo dos o tres están prestando atención, y obviamente yo no estoy entre esas personas.
Este patio a sido de lo mas extraño. Pero a la vez me parece que nunca he tenido un patio mejor. Marcos. Con eso lo digo todo. Aun no podía creer todo lo que había pasado. Ya era difícil de imaginar que esta tarde fuéramos a ir al cine juntos. Pero lo que ha pasado este patio no me lo esperaba para nada. David y Tamara llevan semanas hablándose por el Tuenti y si se cruzan en el instituto ni se saludan, y yo hable ayer con el y se ha acercado a mi para hablar y hasta me ha besado! Bueno... ya se que no a sido gran cosa pero para mi lo ha sido todo. No se me va de la cabeza. Solo puedo pensar en sus preciosos ojos verdes, tan claros como un tallo cuando acaba de brotar, débil y fino pero de un verde precioso. Y si pienso mucho en sus ojos ni que decir tiene la gran parte de tiempo que paso recordando el fino roce de sus suaves y carnosos labios con los míos. Sus labios son perfectos, nada que objetar sobre ese punto. Bueno y de momento sobre
ninguno. Es perfecto. Si su físico me encanta, su personalidad me apasiona. Toca la guitarra y el piano, solo que el dice que aun le queda mucho por aprender, lo que demuestra que no va de listo. Su ropa, siempre a la moda y viste normalmente de negro. De negro. Los chicos que visten de negro siempre han despertado en mí un cierto interés. Pero lo que siento por Marcos es un caso aparte. Cuando a venido hacia mi me he sentido caer, mis piernas flojeaba y cuando Tamy ha expresado su pequeña amenaza lo único que he podido responder a sido una risa de lo más estúpida y tonta. Creo que nunca me había reído así. Por lo general me gusta parecer serena y tranquila, pero en ese momento mis pulmones estaban haciendo un gran esfuerzo por respirar así que no era momento de ponerse a formar una risa un poco menos ridícula. Los cinco minutos si llega que hemos estado hablando he sentido como si flotara, como si a mi alrededor no hubieran decenas de alumnos armando jaleo, como si no oyera a la pareja que tenia detrás discutiendo acerca de la noche anterior, como si no existiera la menor posibilidad de que recibiera un balonazo ya que al lado tenia a dos jugando a fútbol. Sabia que nada de esto iba a importarme, nada podía haber estropeado el momento. Por un segundo hasta olvide a Tamara y su amenaza.
En realidad no conozco tanto a Marcos, si es como el dice cien por cien, es el chico perfecto. Pero no puede ser. Tiene que tener algún fallo. Se lo voy a encontrar.
Otra cosa diferente a lo habitual ha sido que el resto del patio lo hemos pasado con Miguel. El también es un chico sorprendente. Nunca me lo había imaginado así, es un chico muy simpático y con una sonrisa preciosa. Hoy me lo he pasado muy bien hablando con el. Nos ha hablado un poco de su vida y me ha caído muy bien. No lo conozco mucho pero parece ser una persona en la que se puede confiar. Y muy
alegre. Yo sinceramente creo que le gusta Tamara. Ojala. Podría ser un claro rival de David, físicamente quizás pierde un poco, pero como persona no se habla mas, que se quede con Miguel, pero claro eso lo decidirá ella. Mientras tanto yo me haré amiga suya e intentare hacer lo posible para que algún día no muy lejano acaben juntos. Ellos harían buena pareja. Él alto, delgado, y pelirrojo, muy guapo y atractivo. Ella alta delgada a más no poder y con unos rizos castaños muy cuidados, que caen en forma de cascada por debajo de sus hombros, siempre suaves y nunca enredados.
-Tierra llamando a Gemma...- En ese momento recibo un codazo de Tamy que me saca de mis pensamientos la miro y me hace un gesto con la cabeza indicándome que mire al profesor.
-López, me puede presta un poco de atención, lleva toda la clase distraída a saber en que estará pensando, pero una cosa es segura no esta pensando en mi materia.
-Disculpe...-"...por que usted sea un amargado, que su única ilusión es llegar a casa para pasar la tarde con su perro, disculpe pero yo no tengo la culpa de que no sepa dar clase, de que tenga ese tono de voz que provoca sueño, que se haya pasado la vida estudiando para esto, disculpe pero yo soy feliz, estoy enamorada, y lo siento pero hoy mi seguro de felicidad es a todo riesgo" Sonrió para mi misma. Ojala
hubiera tenido el valor de decirle todo eso a la cara. Me hubiera ganado un parte, pero en este momento estoy segura de que no me hubiera importado lo mas mínimo.
<Felicidad es hacer lo que se desea y desear lo que se hace> Lo leí hace tiempo y no recuerdo donde, pero lo que se es que lo único que deseo es a Marcos, que llegue esta tarde y que vayamos al cine. Con eso soy más que feliz.
En ese momento suena el timbre. Fin de la jornada por hoy. Menos mal ya no podía más. Ya queda menos para esta tarde. Me parece que le estoy dando demasiadas vueltas, no debo pensar en posibilidades, tenerlo todo controlado, no. El amor debe ser algo espontáneo que te nace, sin forzarlo, sin cálculos, hay que dejarse llevar, seguir el camino que te dicta el corazón. Y solo así tendrás un amor natural y verdadero. Solo así serás completamente feliz.
-Gemma, date prisa que me quiero ir a casa ¿sabes?- Ella ya tenia su mochila Roxy preparada encima de la mesa y yo aun estaba empezando a guardar mis libros. En mi estado el tiempo no importa, hablo como si estuviera enferma, pero no lo que pasa es que me estoy empezando a enamorar, y creo que tengo bastante miedo. ¿Que son dos segundos? ¿Que es un minuto? El tiempo pasa, no nos damos cuenta, centramos nuestra vida en pensar en acciones futuras y no valoramos lo que nos esta pasando. Rezamos por que llegue cuanto antes un acontecimiento, cerramos los ojos, y ya ha pasado. Yo no quiero ser una esclava del tiempo mas, quiero disfrutar, sentir al máximo la mas mínima satisfacción que me de el presente y cuando llegue el futuro, ya se vera, pero de lo que estoy segura es que lo viviré como si cada segundo fuera el ultimo sin pensar en el mañana, solo sintiendo. Y en ese momento me viene a la cabeza una canción que decía <He aprendido que todos quieren vivir en la cima de la montaña, pero toda la felicidad pasa mientras escalas...>.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

5. Tamara.

El bocadillo del bar estaba frió. Aun no había hablado enserio con Gemma de su cambio radical, de tener ese rostro algo apagado, que aunque ella intentaba parecer feliz y despreocupada se notaba que en el fondo no estaba del todo tranquila y me dolía verla así, a ahora estar tan radiante. La ventaja de conocerla desde hace bastante tiempo es que podía ver mas allá de esa capa de completa felicidad en la que se envolvía que quizás para tranquilizar a sus padres y que pensaran que cumplían bien su papel funcionaba, pero no era lo suficientemente estable para que yo, su mejor amiga, viera destellos de tristeza y un poco de soledad. Pero hoy, hoy era diferente no había capa, ni envoltura superficial todo su ser radiaba felicidad. Y tenia que saber a que se debía su estado de ánimo, aunque la verdad es que tenía una ligera idea.
-¿Que te parece si me presentas a Miguel? Ayer tan eufórica y hoy ni me lo has mencionado.- Como se lo iba a nombrar si, sentadas en un banco del patio, mi cabeza solo podía pensar en ella y nada, ella no sacaba el tema.
-Vale, creo que se suele sentar solo en el banco de al lado de la biblioteca.
El patio de mi instituto era bastante grande, lleno de bancos donde la gente se sentaba con sus habituales grupitos para hablar de todo tipo de preocupaciones típicas de nuestra edad. Tenia árboles y platas por todos lados que le daban el toque natural y verde que a mi tanto me gustaba, la biblioteca estaba en la otra punta del patio, lo mas lejos posible de nuestro banco que estaba enfrente de las canchas de fútbol, porque evidentemente era ahí donde podíamos ver a los chicos jugando a fútbol y comentar el físico y vida social del tío bueno de turno.
En ese momento me di cuenta de que Gemma estaba mirando en dirección al banco de los chicos de 1º de bachiller y es mas me parecía que le estaba sonriendo a uno de ellos, ¿pero a quien? no me había dicho nada. Pero en eso momento Marcos, el chico más guapo y atractivo de todo los sentados en el banco se levantó con una sonrisa y se dirigía hacia nosotras. No lo entendía, Gemma nunca me había hablado de él y no creo que se sonrieran así de esa manera si no se conocían, por lo menos. Él chico se dirigía a nosotras, obviamente. Andaba de una forma totalmente natural y relajada, con una sonrisa en el rostro que dejaba ver unos dientes perfectos y blancos. Tenia un pelo que le sentaba muy bien, algo más largo que la mayoría de los chicos, se podría decir que era una melenita corta de un color negro oscuro que hacia que el color verde claro de sus ojos destacara más. Iba vestido con una camiseta de manga corta negra que resaltaba sus músculos. Ya estaba casi enfrente de nosotras a si que no era momento de pedir explicaciones a Gemma sobre que era lo que estaba ocurriendo y que iba a pasar, así que le dije en un susurro breve:
-Te voy a matar.
Ella me miro durante un segundo y soltó una risita, que dejo ver lo nerviosa que estaba. Cuanto tiempo hacia que no le veía perder así el control absoluto de todas las situaciones. Marcos ya estaba delante nuestro con las manos en los bolsillos, mirando fijamente a los ojos de Gemma. Si era lo que yo pensaba, hacían una muy buena pareja.
-Hola. -Dijo Marcos, en este momento la situación era extraña, no tensa, pero ninguno sabíamos que tocaba hacer. ¿Ponía una excusa y los dejaba solos? ¿Era eso lo que querría Gemma? ¿O me mataría después?
-¿Lo de esta tarde sigue en pie?- ¿Que iba a pasar esta tarde? ¿Cuantas cosas más no me había contado Gemma?
-Por supuesto, pero no me has dicho ni la hora ni el lugar.- En ese momento Gemma estaba sonriendo, feliz, mucho mas guapa y atractiva, si es posible, que esta mañana.
-Pues no se... podemos ir al Cine Cite. ¿Que te parece a las seis?- En ese momento yo no existía, miraba atónita como Gemma planificaba su cita con Marcos, ninguno de los dos me prestaba la menor atención, seguramente podría haberme ido y ellos seguir sin darse cuenta.
-Cuando quieras, no tengo nada mas que hacer esta tarde.- Y creo que aunque lo hubiera tenido no le hubiera importado lo más mínimo en este momento.
-Vale, quedamos en la puerta del instituto.
En ese momento algo extraño paso, Gemma asintió con la cabeza y cuando ya daba la conversación por concluida Marcos se acerco más a ella y acerco sus labios a los de ella, poniéndole una mano, delicadamente, por detrás de la cintura. Por la cara de sorpresa que tenía esto le había pillado tan desprevenida como a mí. El beso fue un simple roce de labios, corto y delicado. Pero a mi me había dejado con la boca abierta. ¿Esto a que se debía? Una cosa es que se le hubiera olvidado contarme que había quedado esta tarde pero ¿desde cuando estarían saliendo? ¿Porque estaban saliendo, no? Entonces Marcos se separo un poco y se dedicaron una silenciosa sonrisa de complicidad. Vale, estaba claro me tenia que haber ido. Marcos comienza a irse pero antes de alejarse se gira y se despide con un <Hasta esta tarde Gemma, y… adiós, Tamara>.
-¿Que ha sido eso?-Le pregunte a Gemma, tenia tantas preguntas en ese momento en mi cabeza que no sabia por donde empezar...
-No lo se - Suspiró y se echo a reír tímidamente, mientras fijaba su mirada en los ojos de él, que aun seguía atento de sus movimientos.- Bueno, ¿vamos a buscar a Miguel o que?
-Primero creo que me debes una explicación, pero vámonos a otro lugar que aquí va a ser bastante difícil que me hables mirándome a los ojos.-Acto seguido la enganche del bazo, como había hecho el día anterior, solo que esa vez no salí corriendo. La senté en un banco que había al lado en la biblioteca y me coloque a su lado.
-Y bien...- La miraba con una falsa cara de enfado, intentando ocultar la alegría y sorpresa que en el fondo sentía de verla en esa situación. Saliendo de su nido de miedos y preocupaciones para adentrarse en un lugar que hacia tiempo que ninguna de las dos pisaba.
-Pues que ayer me invito a ir al cine y estuvimos hablando toda la tarde por el Tuenti. No sabes lo simpático que es. Ya sabes yo que apenas estoy diez minutos conectada, me pase toda la tarde. De cinco a doce sin moverme de la silla.
-Y no me lo habías contado -Le devuelvo el cariñoso puñetazo que esta mañana ella me había dado- Vale, ¿Pero y el beso?
-No lo se -Las dos nos reímos, y en ese momento me di cuenta de que un chico estaba saliendo de la biblioteca, era Miguel.
-Miguel.-Chille con la intención de que me oyera y se dirigiera hacia nosotras. Pero el chico movía la cabeza en busca de la persona que le había llamado pero no daba con ella. Yo comencé a agitar mi mano hasta que al fin nos localizo. Se acerco hacia nosotras.
-Hola ¿que tal?
-Bien, es que quería presentarte a mi amiga Gemma.
Y allí sentados en un banco al lado de la biblioteca y debajo de un árbol que nos proyectaba su sombra ninguno sabía la fuerte unión que se iba a crear. Aunque todo empezó entre risas y temas irrelevantes. ¿No es así como empiezan muchas relaciones? De la manera más estúpida, sin esperar ni querer nada más que cinco o diez minutos de fácil entretenimiento. Pero con el tiempo los lazos se estrechan y se solidifican, en ocasiones más de lo que uno en principio desearía…


miércoles, 16 de noviembre de 2011

4. Tamara.

Ayer hable con David, cada vez tengo mas ganas de verle. No paro de pesar en él. Espero que mañana no me deje tirada como el lunes... Estos eran los pensamientos, entre muchos otros, que se peleaban dentro de mi cabeza por un poco de atención durante estos minutos en los que estaba sentada en mi sitio esperando a que llegara Gemma. Si llegaba a primera hora. Pronto he hablado, Gemma en este momento estaba entrando por la puerta. Llevaba una chaqueta Adidas de colores fucsia y plateado y unos vaqueros oscuros muy ceñidos, había que reconocer que Gemma es muy atractiva, y si no tiene novio es por voluntad propia porque no habrán chicos que vayan detrás de ella. Hoy lucia una sonrisa que hacia tiempo que no le veía, estaba radiante, feliz, y eso le sentaba bien.
-Anda, ¿Pero quien es esa chica tan guapa que acaba de entrar?- Chille en mitad de la clase con el fin de que los alumnos que ya estaban en sus respetivas mesas miraran hacia Gemma, y de esta manera provocaran que se sonrojara, típico de ella, y esto le diera un color que hacia que estuviera mas impresionante, si es que eso era posible.
-Hola, que cabrona que eres.- Me da un pequeño puñetazo en el hombro, al que yo recibo con una queja exagerada y entre risas las dos nos damos un abrazo, como signo de que ya estoy perdonada por el rato de vergüenza que le he debido de hacer pasar.
- ¿Ayer hablaste con Miguel?
-Si, pero no...
-¿Y eso?
-Que fue un hola y adiós, mentira, creo que no le dije ni adiós- Y se le escapa una risilla. A esta hoy le pasa algo, pero no se que es... Esta demasiado feliz, me recuerda a... Esta tiene novio!
-Gemma!
-Por favor Tamara, si ya estoy en clase creo que lo que le tengas que decir a Gemma tendrá que esperar.- No, ahora no. Ya había entrado en clase el profesor de Física y Química, tan puntual como siempre. Pero era importante. Gemma tenia novio!, o bueno algo por el estilo... Porque si no, no se que pondría hacerla sonreír de esa manera tan estúpida, tan estúpida como... cuando yo empecé a salir con Luis.


Junio.

Hoy ha sido el mejor día de mi vida. Soy tan feliz. Completamente feliz. No creo que haya nadie en el mundo más feliz que yo. ¿Como soy tan estúpida? Lo estoy exagerando. Pero es que en este momento, tumbada en mi cama, no podía controlas mis sentimientos. Me sentía como un concursante de La Ruleta de la Suerte que se acaba de llevar dos mil euros. ¿Que digo dos mil euros? Mil millones de euros.
Esta tarde había sido perfecta. Luis, el chico por el que llevo semanas luchando, me ha pedido salir. Y lo mejor de todo ha estado muy cariñoso conmigo, hemos ido a la playa a ver como el sol se iba escondiendo, para sumergirnos en la penumbra. Una penumbra en la que me sentía a gusto, feliz, radiante, y todo porque estaba en los brazos de Luis. Ojala aun estuviera ahí. Sentada encima de él, rodeada por sus compactos brazos, mientras el me acariciaba el pelo. Suspiro. No puedo desear nada más, aparte de que llegue mañana y le vuelva a ver cuando venga a verme a la salida del instituto.
Aun no me puedo creer que Luis me quiera, y no será porque no me lo ha repetido veces. Luis, el chico perfecto, no lo habría conocido sino fuera gracias a mi hermano, mira algo tenia que agradecerle. Todo fue porque hará casi un mes mi hermano se fue de botellón y yo me fui con Gemma a dar una vuelta. Ya serian mas o menos las dos de la madrugada cuando me llamo mi hermano diciendo que acudiera donde estaba el para irnos juntos a casa que el ya estaba cansado, renegué un poco pero al final le hice caso, menos mal que le hice caso. Cuando llegue a la explanada en la que estaban vi que habían mucha gente y entre esa gente estaba Luis, el no conocía a mi hermano, ni mi hermano a él. Cuando llegue mi hermano me dijo que acababa de llegar su, por entonces, novia, una tal Lorena, a la que nunca llegue a conocer puesto que no duraron mas de dos semanas. Bueno volvamos a lo importante, Gemma y yo no pintábamos nada allí así que nos separamos un poco de la gente y nos sentamos en un bordillo. En ese momento fue cuando vi por primera vez a Luis, vino hacia nosotras, y se sentó a mi lado. Había discutido con un amigo y quería hablar un poco con nosotras.
¿Creéis en el amor a primera vista? Pues lo mío fue algo así. Lo vi, venia hacia nosotras, tan alto y guapo como es, con su pelo castaño corto, peinado en forma de cresta, sus ojos azules, que como mas tarde puede comprobar eran preciosos, rodeados de unas gruesas pestañas, lo que hacen que destaque mas el azul, y su piersing en la ceja, que le sentaba genial. Aquel día llevaba una camisa a cuadros azul, abierta, con una camiseta blanca ceñida debajo, que marcaba sus trabajados músculos. Vamos, ¿Que más se puede pedir? Y encima era muy simpático.
Desde ese día no pare hasta que averigüe todo lo necesario para poder verle en alguna fiesta y que tan solo pareciera una casualidad. Comenzamos a conocernos y pese a que tenia cuatro años mas que yo, empezamos a quedar en plan amigos el y yo. Cuando estaba con el aunque sabia que yo solo era para el una amiga no podía estar mas contenta, sentía que es corazón quería escapar de mi pecho para estar siempre con el de él. Pero también fue duro escuchar como estaba empezando una nueva relación con una chica de su clase. Que aunque no era muy estudioso se estaba sacando un modulo. Las semanas en la que me empezó a contar lo mucho que le gustaba esa chica, no podía soportarlo, no conseguía pensar en otra cosa, sabia que en el fondo lo único que ayudaría es estar lejos de el, cortar relación y dejarle ser feliz. Pero a la vez sabia que si hacia eso... No podía, le quería. Y era mejor soportar el dolor estando con él, que morirme sola.
Pero todo cambio el día en el que me contó que la chica esa ya no le importaba porque yo hacia que él se sintiera mejor, mas seguro. Dijo que me quería y que había sido un tonto pasando tanto tiempo conmigo y darse cuenta ahora. Pero también me dijo que necesitaba tiempo, que aun no podía empezar algo enserio que quería tomarse un tiempo, pero que por mucho que tardara que nuca olvidara que me quería.
Y eso tiempo ha acabado hoy. Hoy pensaba que iba a ser un día normal como los demás de las ultimas semanas en los que quedamos para ir al parque, al cine o simplemente a pasear juntos y hablar. Pero no, hoy me ha llevado a la playa y tras merendar y darnos un chapuzón, me ha dado una cadenita de plata. Es preciosa. Me ha dicho que me quería y que ahora estaba completamente seguro de que me quería a su lado, pero no como la amiga que había sido este último mes, no, como su novia. Y le he besado, aunque no era la primera vez, esta ha sido especial, no solo por el asqueroso sabor a arena, ha sido especial porque los dos estábamos seguros y libres. Al principio a sido un beso temeroso, con miedo a fastidiarla en el principio, hay que ir a paso firme pero seguro, pero una vez finalizada la toma de contacto a ido ganando pasión, hasta que al final, muy a mi pesar, he tenido que separar mis labios de los suyos porque me quedaba sin aire.
Se con seguridad que mañana va ir a recogerme al instituto, me hace sentir como la niña a la que viene su papa a recoger después del cole.  Porque aunque yo aparente algo más de mi verdadera edad, de 15 a 19 hay un gran cambio. ¿Pero no dicen que en el amor no importa la edad? Pues eso, que nosotros somos el claro ejemplo. Solo que claro no creo que mi hermano o mis padres si se enterasen opinasen lo mismo... ¿Pero y que? No voy a permitir que nadie ni nada estropee lo nuestro ni ahora ni nunca. Nunca voy a dejar de quererle lo se. Es perfecto nunca podré encontrar a alguien igual. Le amo.
En ese momento una lágrima salió de mi ojo derecho y descendió por mi mejilla hasta caer en mi colcha. Esa lágrima significaba muchas cosas, alegría, amor, y toda una tarde de emociones contenidas.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

3. Gemma.

Suena el despertador.
Que sueño tengo, pero no puedo rezagarme que ya llegue tarde el lunes y si vuelvo a llegar tarde esta semana la tutora llamara a mis padres y solo me faltaba eso...
Me levanto y me voy a cuarto de baño, me visto y voy a prepararme el desayuno. En tres cuartos de hora ya estoy lista y en la calle, el camino al instituto es bastante largo, de aproximadamente quince minutos, y por eso hay que salir con tiempo, como he conseguido hacer hoy. No se si esto se deberá a que tengo ganas de ver a Tamy y me cuente la historia con mas detalle o a que ayer mi padre llego sobrio a casa y me pude acostar tranquila.
De repente me viene a la cabeza que habían deberes de sociales, ¿como no me había acordado? Como odio los martes. Quizás me da tiempo ha copiármelos entre clase y clase, eso espero porque si no la bronca que me he evitado llegando a la hora me la gano por no hacer los deberes de sociales.
Llego al instituto, la puerta principal ya esta abierta y entro, mientras, alzo la cabeza para localizar el pelo castaño y rizado de Tamy, no, no esta o ya ha entrado a clase o llega tarde, algo raro en ella porque vive aquí al lado.
Al entrar a clase la veo ya sentada y me dirijo a ella, parece contenta, me esperaba otro estado de ánimo después de su cita fallida con David. La verdad es que no se que ha visto en ese chico, vale que también yo soy bastante critica con los chicos pero él..., vale físicamente esta muy bien y es muy guapo, pero parece bastante chulo, bueno como todos en el grupo del hermano de Tamy. Otro punto a tener en cuenta es que va a 2º de bachiller y estudiando en el mismo instituto cuando se cruzan ni se saludan, ella dice que es porque no quieren que se corran rumores de que entre ellos esta empezando a surgir algo, pero que quieres que te diga, yo no me fío ni un pelo.
-Hola Tamy, ¿que tal?- Se levanta y me abraza. Como le quiero. Si no fuera por ella no se que había sido de mi, ha estado en los momentos mas difíciles, pero también a sabido disfrutar conmigo de las etapas más felices de mi vida.
-Extrañada de que no te hayas dormido- Se esta riendo de mi, no lo puedo permitir.
-¿Perdona? Yo no me duermo lo que pasa es que el conserje me tiene manía y lo sabes.
En ese momento entra la profesora de castellano y comienza la clase, la clase y mi aburrimiento.

Suena el timbre. Como adoro ese sonido, significa el final del calvario que estaba pasando en matemáticas y el comienzo de la libertad.
-Tamy, acompáñame al bar que no me he traído el almuerzo.- Me estoy muriendo de hambre pero no creo que deba comprarme un bocadillo grande o si no acabare como una foca y eso no creo que me ayude mucho a encontrar novio.
-Espera que quiero ir a ver a Miguel, me ha caído bien y creo que en los patios esta un poco solo.
-¿Te gusta Miguel?- Seria un alivio, no lo conozco mucho pero parece mucho más simpático que David.
-No, me sorprende que seas tu la que me dices eso, tu que eres la primera que dice que se puede tener también amigos. Y además sabes perfectamente lo mucho que me gusta David.
  Salimos al pasillo y entre la multitud de adolescentes que se amontonan por los pasillos en su trayecto al patio, veo que hay un chico pelirrojo que ya esta bajando por las escaleras, supongo que será el Miguel que tan bien le cae a Tamy.
-Tamy, mira, ¿no es aquel?- Para decírselo tengo que elevar un poco al voz, cosa que odio hacer, porque los "estudiantes" de este instituto me parece a mi que nunca han tenido muy claro que no es necesario chillar para hablar con una persona que tienes a menos de un metro.
Cuando Tamy localiza la cabeza, que yo le estaba indicando, me agarra del brazo, provocando, seguramente, un futuro cardenal, y echa a correr siguiendo a ese pelo pelirrojo.
Cuando estamos a punto de alcanzarle siento una mano que me agarra del brazo que no estaba sometido al intenso dolor provocado por la mano de Tamy. Me giro y veo la cara de la profesora de castellano, Dolores, me paro en seco.
-Gemma, se puede sabes que coño...-No le da tiempo a terminar la frase cuando ve a Dolores con la cara de enfadada que llevaba en ese momento. Ella siempre estaba de mal humor y por suerte este año no la teníamos, porque aun recuerdo el castigo que me puso el año pasado, fregar todo el primer piso, aula por aula, por solo haber tirado una bola de papel al suelo. Y ahora nos pillaba corriendo como unas locas en mitad de la muchedumbre que pretendía bajar las atestadas escaleras.
-Señoritas López y Sánchez, ¿se puede saber a donde van ustedes con tanta prisa?- Me daba miedo solo mirarla, por eso baje la mirada, para centrarla en el suelo, pero aun así podía imaginarme su cara de enojo pero a la vez satisfacción de tener a nuevas presas que le harían compañía todo el recreo.
-Profesora... es que en el bar se hace mucha cola...- Tamy y sus excusas, que nunca funcionaba y hasta en ocasiones conseguía enfadar algo más al profesor de turno.
-Creía que en las normas del instituto explicaba bien claro que esta terminantemente prohibido correr dentro del instituto, pero como veo que ustedes no lo recuerdan me parece que este recreo van a pasarlo sin tener que hacer colas en el bar, y van a estar copiando algunas de las normas básicas de comportamiento en el aula de guardia- ¿Por que a mi? he estado toda la clase de matemáticas deseando que llegara el recreo ¿para que?, ¿para estar en el aula de guardia?, no hay derecho, y encima hoy tengo un hambre... Como no Tamy me vuelve a meter en líos.- Por favor, seguirme.

Me dolía la muñeca, todo el recreo copiando y encima con la profesora ahí vigilando de que no habláramos lo mas mínimo, pero ya había sonado el timbre y ya podíamos volver a clase.
-Tamy, es que siempre, todos los marrones, me los como por tu culpa- La miro con cara enfadada, siempre que me castigaban era por ella, yo en actitud era una alumna casi ejemplar, a excepción de que en clase no callaba, y en eso también tiene que ver Tamara.
-Un momento, no me eches toda la culpa que tú también estas corriendo.
-Porque me llevabas agarrada del brazo... Da igual vamos a clase que si llegamos tarde no nos dejaran entrar y como que no quiero pasar otra hora en el aula de guardia.

Ya habían terminado las clases y ya estaba andando hacia mi casa. Las clases de después del patio habían sido un aburrimiento, sin nada interesante que destacar, pero por lo menos no me habían pedido los deberes de sociales, que ni yo ni Tamy habíamos hecho y encima esta tarde no tenia nada que hacer.
Tamy seguramente se pasaría toda la tarde en el Tuenti, como de costumbre pero a mí ya empezaba a aburrirme, solo que si no hay nada más que hacer...
Tamy había estado todo el santo día hablándome de David y de Miguel, y luego para que no me lo presentara, porque en el patio nos han castigado y ahora, a la salida no lo hemos visto por ningún lado. Pero en realidad no se que tendrá ese chico, lo llevo viendo en clase de ingles desde principio de curso y en general nunca me ha llamado la atención, no se que habrá descubierto Tamy bajo esa tapadera de callado y estudioso, aunque yo creo que debe de ser simpático. De todos modos mañana lo vería si o si, por que me tocaba ingles después del patio y allí seguro que me daba tiempo ha hablar cinco minutos con él.
Ya había llegado a mi casa, un finca muy nueva comparada con el resto de las fincas de mi calle, aun que los pisos no eran muy grandes ni lujosos pero a mi me gustaba la zona, lo único malo es que vivía algo lejos de Tamy. Meto la mano en el bolsillo. No están las llaves, ¿las habré perdido?, no, no creo seguramente me las habré dejado en casa, si, eso debe de ser. Espero que haya alguien en casa porque mi madre no llegara de trabajar hasta las seis de la tarde y como que no es plan quedarme cuatro horas en la calle. Toco al timbre, nadie contesta, vuelvo a tocar...
-¿Si?
-Papa, soy yo es que se me han olvidado las llaves.
-Siempre estas igual.
Me abre la puerta y subo a mi casa donde me esperaría mi padre para echarme un bronca excesiva por el simple motivo de haberme olvidado las llaves.
-Hola papa.
-¿Que tal el día Gemma? ¿Vas a hacer algo de comer?- Como siempre mi padre ya estaba recostado en su sillón, esperando a que la doncella de la casa,  yo, le preparara la comida, y eso porque no estaba mi madre. Pero por lo menos no me había dicho nada de que me hubiera olvidado las llaves esta mañana.
-Si, voy a ver que hay.
Me dirigí primero a mi cuarto para dejar mi mochila en la silla del escritorio, y me cambie de ropa, una vez cómoda me fui a la cocina para empezar a hacer la comida para mi padre y para mi. Me acerque a la nevera y vi que había un nota de mi madre.
<Cariño hoy llegare sobre las siete, a si que, como supongo que la comida correrá de tu parte he dejado ya hecha una ensalada en la nevera solo falta que le añadas la pasta. Te quiero>
Mama tan atenta como siempre. Mientras hacia la comida me pare e pensar que cualquier persona que leyera la nota de mi madre pensaría que esta dirigida a papa, pero mi padre es algo especial, nunca hace nada, pero quiere que todo este perfecto, ni ayuda en casa ni trae dinero. De todo se encarga la pobre de mi madre que después  de acabar su turno de cajera en el Mercadona le toca hacerse cargo de todo lo relacionado con la casa. Mis padres, Lorena y Carlos, se conocieron en una discoteca hará ahora mas o menos dieciséis años, ellos por aquel entonces solo tendrían unos pocos años más que yo ahora. Mi madre cometió el gran error de quedarse embarazada muy pronto y para colmo de mi padre, que aunque ella diga que le quiere mucho, no le ayuda en nada y casi todas las noches llega borracho y hasta a veces se le va la mano, tanto con mi madre como conmigo, ¿Pero que se le va ha hacer? En el fondo no es mala persona solo que no tiene muy buena  suerte con lo de buscar empleo, pero lo que si que tiene que mejorar es el tema del alcohol, que telita cada ciego que se coge...
Bueno ya había terminado la comida, puse la mesa y serví los platos. Me senté en la silla enfrente de la que ya había ocupado mi padre.
-Gemma, no se nada de tu vida cuéntame... ¿Que tal los estudios?- Era el tema que siempre sacaba, sabia que nunca sacaba malas notas, pero también sabia que para hacer bien de padre tenia que interesarse por mi y no sabia mucho acerca de sobre que preguntarme y como esto no era sencillo para el se iba por lo fácil, los estudios.
-Muy bien, ayer me dieron la nota de un examen de matemáticas y saque un ocho.
-Muy bien... ¿Y de novios?- Antes de decirlo ya sabia que me iba a preguntar, solo con verle la manera en la que había tragado saliva ya se veía venir, y ahora me miraba con los ojos abiertos, expectante, solo que a la vez se veía en su cara una expresión de vergüenza, la que le provocaba preguntarme cosas de este tipo, pero a la vez él las consideraba necesarias.
-No tengo novio tranquilo...- Muy a mi pesar no mentía, todos los chicos de la clase estaban pillados por Tamy aunque tampoco había mucho tío bueno que digamos.
-Vale, por que lo chicos de tu edad están todos muy salidos y no quiero que te des prisa ni te veas presionada para nada.
    El resto de la comida transcurrió en un tenso silencio sin nada que destacar, cuando termine me fui a la cocina y después de hacer todo lo que pudiera por evitarle trabajo a mi madre me fui a mi habitación para meterme un poco en el Tuenti, no tenia nada mas que hacer esta tarde. Así que encendí mi equipo de música y empezó a sonar "Barbie de extrarradio" lo último de Melendi, encendí mi ordenador y me metí en el Tuenti, estaba Tamy conectada, pero antes de hablarle me interesaba más ver de quien eran las peticiones de amistad. Una de Miguel. Que extraño pero si aun no he hablado con él. Y la otra de Marcos un chico de 1º de bachiller que sinceramente no estaba nada mal. Pero la respuesta a porque me había agregado Miguel no tardaría en llegar.
-Fea.
-Guapa.
-¿Ya has aceptado a Miguel? Le he dicho que te agregue.
-Si.
-Pues háblale. ¿A que esperas? Bueno me voy que mi madre me necesita.
-Adiós. Te quiero.
El icono de Tamy ya se había desconectado. Encima de que hoy no tenia nada que hacer, mi única opción se desconecta. Ahora ¿que haría toda la tarde?, bueno no se, pero de momento iba a hablar con Miguel.
-Hola.
-Hola.
-¿Que tal?
-Bien ¿y tu?
-Bien.
Como odiaba estas conversaciones pero que le podía decir, no lo conocía de nada, vale, iba a mi clase de ingles, ¿pero y que?, si no he hablado con él en mi vida. Pero en eso momento vi que alguien me había hablado.
-Hola ¿Que tal?
-Bien ¿Y tu?- Cruce los dedos porque la conversación no quedara igual que la que había intentado empezar con Miguel.
-Bien, aquí intentando pasar la tarde, no tengo nada más que hacer.
-Pues como yo...
-¿Y mañana miércoles, por la tarde, tienes algo que hacer?- ¿Pero este? Este si que no lo conocía de nada, no iba ni a su curso. Pero no salía con un chico desde hacia bastante tiempo, no todas tienen la misma suerte que Tamy con los chicos..., y para una oportunidad que tenia, y encima con Marcos, no la podía echar a perder.
-No, ¿por?
-Es que tengo dos entradas para el cine, para 3MSC, y me preguntaba si querrías venir.- Había oído hablar de esa película y no tenia mala pinta, pero le había dicho a Tamy que iría con ella... No creo que se enfadara para una vez que me invitan... El caso es que en esos momentos el chico, al que ayer ni siquiera había hablado en mi vida, estaba consiguiendo hacerme sonreír de esa forma tan tonta que hacia tiempo que no sonreía.