miércoles, 9 de noviembre de 2011

3. Gemma.

Suena el despertador.
Que sueño tengo, pero no puedo rezagarme que ya llegue tarde el lunes y si vuelvo a llegar tarde esta semana la tutora llamara a mis padres y solo me faltaba eso...
Me levanto y me voy a cuarto de baño, me visto y voy a prepararme el desayuno. En tres cuartos de hora ya estoy lista y en la calle, el camino al instituto es bastante largo, de aproximadamente quince minutos, y por eso hay que salir con tiempo, como he conseguido hacer hoy. No se si esto se deberá a que tengo ganas de ver a Tamy y me cuente la historia con mas detalle o a que ayer mi padre llego sobrio a casa y me pude acostar tranquila.
De repente me viene a la cabeza que habían deberes de sociales, ¿como no me había acordado? Como odio los martes. Quizás me da tiempo ha copiármelos entre clase y clase, eso espero porque si no la bronca que me he evitado llegando a la hora me la gano por no hacer los deberes de sociales.
Llego al instituto, la puerta principal ya esta abierta y entro, mientras, alzo la cabeza para localizar el pelo castaño y rizado de Tamy, no, no esta o ya ha entrado a clase o llega tarde, algo raro en ella porque vive aquí al lado.
Al entrar a clase la veo ya sentada y me dirijo a ella, parece contenta, me esperaba otro estado de ánimo después de su cita fallida con David. La verdad es que no se que ha visto en ese chico, vale que también yo soy bastante critica con los chicos pero él..., vale físicamente esta muy bien y es muy guapo, pero parece bastante chulo, bueno como todos en el grupo del hermano de Tamy. Otro punto a tener en cuenta es que va a 2º de bachiller y estudiando en el mismo instituto cuando se cruzan ni se saludan, ella dice que es porque no quieren que se corran rumores de que entre ellos esta empezando a surgir algo, pero que quieres que te diga, yo no me fío ni un pelo.
-Hola Tamy, ¿que tal?- Se levanta y me abraza. Como le quiero. Si no fuera por ella no se que había sido de mi, ha estado en los momentos mas difíciles, pero también a sabido disfrutar conmigo de las etapas más felices de mi vida.
-Extrañada de que no te hayas dormido- Se esta riendo de mi, no lo puedo permitir.
-¿Perdona? Yo no me duermo lo que pasa es que el conserje me tiene manía y lo sabes.
En ese momento entra la profesora de castellano y comienza la clase, la clase y mi aburrimiento.

Suena el timbre. Como adoro ese sonido, significa el final del calvario que estaba pasando en matemáticas y el comienzo de la libertad.
-Tamy, acompáñame al bar que no me he traído el almuerzo.- Me estoy muriendo de hambre pero no creo que deba comprarme un bocadillo grande o si no acabare como una foca y eso no creo que me ayude mucho a encontrar novio.
-Espera que quiero ir a ver a Miguel, me ha caído bien y creo que en los patios esta un poco solo.
-¿Te gusta Miguel?- Seria un alivio, no lo conozco mucho pero parece mucho más simpático que David.
-No, me sorprende que seas tu la que me dices eso, tu que eres la primera que dice que se puede tener también amigos. Y además sabes perfectamente lo mucho que me gusta David.
  Salimos al pasillo y entre la multitud de adolescentes que se amontonan por los pasillos en su trayecto al patio, veo que hay un chico pelirrojo que ya esta bajando por las escaleras, supongo que será el Miguel que tan bien le cae a Tamy.
-Tamy, mira, ¿no es aquel?- Para decírselo tengo que elevar un poco al voz, cosa que odio hacer, porque los "estudiantes" de este instituto me parece a mi que nunca han tenido muy claro que no es necesario chillar para hablar con una persona que tienes a menos de un metro.
Cuando Tamy localiza la cabeza, que yo le estaba indicando, me agarra del brazo, provocando, seguramente, un futuro cardenal, y echa a correr siguiendo a ese pelo pelirrojo.
Cuando estamos a punto de alcanzarle siento una mano que me agarra del brazo que no estaba sometido al intenso dolor provocado por la mano de Tamy. Me giro y veo la cara de la profesora de castellano, Dolores, me paro en seco.
-Gemma, se puede sabes que coño...-No le da tiempo a terminar la frase cuando ve a Dolores con la cara de enfadada que llevaba en ese momento. Ella siempre estaba de mal humor y por suerte este año no la teníamos, porque aun recuerdo el castigo que me puso el año pasado, fregar todo el primer piso, aula por aula, por solo haber tirado una bola de papel al suelo. Y ahora nos pillaba corriendo como unas locas en mitad de la muchedumbre que pretendía bajar las atestadas escaleras.
-Señoritas López y Sánchez, ¿se puede saber a donde van ustedes con tanta prisa?- Me daba miedo solo mirarla, por eso baje la mirada, para centrarla en el suelo, pero aun así podía imaginarme su cara de enojo pero a la vez satisfacción de tener a nuevas presas que le harían compañía todo el recreo.
-Profesora... es que en el bar se hace mucha cola...- Tamy y sus excusas, que nunca funcionaba y hasta en ocasiones conseguía enfadar algo más al profesor de turno.
-Creía que en las normas del instituto explicaba bien claro que esta terminantemente prohibido correr dentro del instituto, pero como veo que ustedes no lo recuerdan me parece que este recreo van a pasarlo sin tener que hacer colas en el bar, y van a estar copiando algunas de las normas básicas de comportamiento en el aula de guardia- ¿Por que a mi? he estado toda la clase de matemáticas deseando que llegara el recreo ¿para que?, ¿para estar en el aula de guardia?, no hay derecho, y encima hoy tengo un hambre... Como no Tamy me vuelve a meter en líos.- Por favor, seguirme.

Me dolía la muñeca, todo el recreo copiando y encima con la profesora ahí vigilando de que no habláramos lo mas mínimo, pero ya había sonado el timbre y ya podíamos volver a clase.
-Tamy, es que siempre, todos los marrones, me los como por tu culpa- La miro con cara enfadada, siempre que me castigaban era por ella, yo en actitud era una alumna casi ejemplar, a excepción de que en clase no callaba, y en eso también tiene que ver Tamara.
-Un momento, no me eches toda la culpa que tú también estas corriendo.
-Porque me llevabas agarrada del brazo... Da igual vamos a clase que si llegamos tarde no nos dejaran entrar y como que no quiero pasar otra hora en el aula de guardia.

Ya habían terminado las clases y ya estaba andando hacia mi casa. Las clases de después del patio habían sido un aburrimiento, sin nada interesante que destacar, pero por lo menos no me habían pedido los deberes de sociales, que ni yo ni Tamy habíamos hecho y encima esta tarde no tenia nada que hacer.
Tamy seguramente se pasaría toda la tarde en el Tuenti, como de costumbre pero a mí ya empezaba a aburrirme, solo que si no hay nada más que hacer...
Tamy había estado todo el santo día hablándome de David y de Miguel, y luego para que no me lo presentara, porque en el patio nos han castigado y ahora, a la salida no lo hemos visto por ningún lado. Pero en realidad no se que tendrá ese chico, lo llevo viendo en clase de ingles desde principio de curso y en general nunca me ha llamado la atención, no se que habrá descubierto Tamy bajo esa tapadera de callado y estudioso, aunque yo creo que debe de ser simpático. De todos modos mañana lo vería si o si, por que me tocaba ingles después del patio y allí seguro que me daba tiempo ha hablar cinco minutos con él.
Ya había llegado a mi casa, un finca muy nueva comparada con el resto de las fincas de mi calle, aun que los pisos no eran muy grandes ni lujosos pero a mi me gustaba la zona, lo único malo es que vivía algo lejos de Tamy. Meto la mano en el bolsillo. No están las llaves, ¿las habré perdido?, no, no creo seguramente me las habré dejado en casa, si, eso debe de ser. Espero que haya alguien en casa porque mi madre no llegara de trabajar hasta las seis de la tarde y como que no es plan quedarme cuatro horas en la calle. Toco al timbre, nadie contesta, vuelvo a tocar...
-¿Si?
-Papa, soy yo es que se me han olvidado las llaves.
-Siempre estas igual.
Me abre la puerta y subo a mi casa donde me esperaría mi padre para echarme un bronca excesiva por el simple motivo de haberme olvidado las llaves.
-Hola papa.
-¿Que tal el día Gemma? ¿Vas a hacer algo de comer?- Como siempre mi padre ya estaba recostado en su sillón, esperando a que la doncella de la casa,  yo, le preparara la comida, y eso porque no estaba mi madre. Pero por lo menos no me había dicho nada de que me hubiera olvidado las llaves esta mañana.
-Si, voy a ver que hay.
Me dirigí primero a mi cuarto para dejar mi mochila en la silla del escritorio, y me cambie de ropa, una vez cómoda me fui a la cocina para empezar a hacer la comida para mi padre y para mi. Me acerque a la nevera y vi que había un nota de mi madre.
<Cariño hoy llegare sobre las siete, a si que, como supongo que la comida correrá de tu parte he dejado ya hecha una ensalada en la nevera solo falta que le añadas la pasta. Te quiero>
Mama tan atenta como siempre. Mientras hacia la comida me pare e pensar que cualquier persona que leyera la nota de mi madre pensaría que esta dirigida a papa, pero mi padre es algo especial, nunca hace nada, pero quiere que todo este perfecto, ni ayuda en casa ni trae dinero. De todo se encarga la pobre de mi madre que después  de acabar su turno de cajera en el Mercadona le toca hacerse cargo de todo lo relacionado con la casa. Mis padres, Lorena y Carlos, se conocieron en una discoteca hará ahora mas o menos dieciséis años, ellos por aquel entonces solo tendrían unos pocos años más que yo ahora. Mi madre cometió el gran error de quedarse embarazada muy pronto y para colmo de mi padre, que aunque ella diga que le quiere mucho, no le ayuda en nada y casi todas las noches llega borracho y hasta a veces se le va la mano, tanto con mi madre como conmigo, ¿Pero que se le va ha hacer? En el fondo no es mala persona solo que no tiene muy buena  suerte con lo de buscar empleo, pero lo que si que tiene que mejorar es el tema del alcohol, que telita cada ciego que se coge...
Bueno ya había terminado la comida, puse la mesa y serví los platos. Me senté en la silla enfrente de la que ya había ocupado mi padre.
-Gemma, no se nada de tu vida cuéntame... ¿Que tal los estudios?- Era el tema que siempre sacaba, sabia que nunca sacaba malas notas, pero también sabia que para hacer bien de padre tenia que interesarse por mi y no sabia mucho acerca de sobre que preguntarme y como esto no era sencillo para el se iba por lo fácil, los estudios.
-Muy bien, ayer me dieron la nota de un examen de matemáticas y saque un ocho.
-Muy bien... ¿Y de novios?- Antes de decirlo ya sabia que me iba a preguntar, solo con verle la manera en la que había tragado saliva ya se veía venir, y ahora me miraba con los ojos abiertos, expectante, solo que a la vez se veía en su cara una expresión de vergüenza, la que le provocaba preguntarme cosas de este tipo, pero a la vez él las consideraba necesarias.
-No tengo novio tranquilo...- Muy a mi pesar no mentía, todos los chicos de la clase estaban pillados por Tamy aunque tampoco había mucho tío bueno que digamos.
-Vale, por que lo chicos de tu edad están todos muy salidos y no quiero que te des prisa ni te veas presionada para nada.
    El resto de la comida transcurrió en un tenso silencio sin nada que destacar, cuando termine me fui a la cocina y después de hacer todo lo que pudiera por evitarle trabajo a mi madre me fui a mi habitación para meterme un poco en el Tuenti, no tenia nada mas que hacer esta tarde. Así que encendí mi equipo de música y empezó a sonar "Barbie de extrarradio" lo último de Melendi, encendí mi ordenador y me metí en el Tuenti, estaba Tamy conectada, pero antes de hablarle me interesaba más ver de quien eran las peticiones de amistad. Una de Miguel. Que extraño pero si aun no he hablado con él. Y la otra de Marcos un chico de 1º de bachiller que sinceramente no estaba nada mal. Pero la respuesta a porque me había agregado Miguel no tardaría en llegar.
-Fea.
-Guapa.
-¿Ya has aceptado a Miguel? Le he dicho que te agregue.
-Si.
-Pues háblale. ¿A que esperas? Bueno me voy que mi madre me necesita.
-Adiós. Te quiero.
El icono de Tamy ya se había desconectado. Encima de que hoy no tenia nada que hacer, mi única opción se desconecta. Ahora ¿que haría toda la tarde?, bueno no se, pero de momento iba a hablar con Miguel.
-Hola.
-Hola.
-¿Que tal?
-Bien ¿y tu?
-Bien.
Como odiaba estas conversaciones pero que le podía decir, no lo conocía de nada, vale, iba a mi clase de ingles, ¿pero y que?, si no he hablado con él en mi vida. Pero en eso momento vi que alguien me había hablado.
-Hola ¿Que tal?
-Bien ¿Y tu?- Cruce los dedos porque la conversación no quedara igual que la que había intentado empezar con Miguel.
-Bien, aquí intentando pasar la tarde, no tengo nada más que hacer.
-Pues como yo...
-¿Y mañana miércoles, por la tarde, tienes algo que hacer?- ¿Pero este? Este si que no lo conocía de nada, no iba ni a su curso. Pero no salía con un chico desde hacia bastante tiempo, no todas tienen la misma suerte que Tamy con los chicos..., y para una oportunidad que tenia, y encima con Marcos, no la podía echar a perder.
-No, ¿por?
-Es que tengo dos entradas para el cine, para 3MSC, y me preguntaba si querrías venir.- Había oído hablar de esa película y no tenia mala pinta, pero le había dicho a Tamy que iría con ella... No creo que se enfadara para una vez que me invitan... El caso es que en esos momentos el chico, al que ayer ni siquiera había hablado en mi vida, estaba consiguiendo hacerme sonreír de esa forma tan tonta que hacia tiempo que no sonreía.

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