jueves, 15 de diciembre de 2011

7. Gemma.

Que dolor de tripa. Supongo que serán los nervios pero ya no puedo más. No he comido casi, cosa que no es muy habitual en mí, que por lo general como como  dos personas. Me he intentado distraer pintando, pero nada, no puedo pensar en otra casa. Es como cuando ocurre un accidente muy importante en el país, que por mucho que quieras distraerte y ver una serie, en todas las cadenas están poniendo la misma noticia, las mismas imágenes, todo igual. Pues eso me pasa a mi, tenia un colapso cerebral, mi mente estaba atascada sin remedio en el mismo tema. El tiempo se hace eterno y no tengo manera de distraerme para hacerlo mas ameno. Solo se me ha ocurrido meterme al Tuenti y esperar a ver si en la lista de conectados aparecía el nombre que estaba esperando, ese que debería ocupar un lugar entre Lucia García, una chica muy calladita y que apenas tiene vida social, y Matías Viana, el típico chulo que se pasa la vida jugando a fútbol y paseando a chicas con su preciosa Yamaha, según tengo entendido una de las motos mas veloces del mundo, o eso va presumiendo. Esta claro que las motos no son una cosa de la que entienda mucho.
En este momento estoy caminando por la acera de camino al instituto, aun falta un cuarto de hora, pero en mi casa ya no quedaba nada por hacer, había puesto la lavadora, fregado los platos y el suelo, había acabado los deberes y estudiado para un examen que tenia la semana que viene, cosa que nunca hago, suelo dejarlo todo para el ultimo día a ultima hora.
Es una tarde tranquila, soleada, con un clima perfecto y tan típico de Valencia en estas fechas. No hace un calor sofocante, pero si lo suficiente para poder ir con una chaqueta fina y manga corta. Otro de los problemas a los que me había enfrentado esta tarde había sido el tema del vestuario. Siempre tendré ropa de sobra, pero nada adecuado a la situación. Me parece que hoy me ha pasado lo que tantas veces se repite, tiras a buscar una camiseta, en este caso una marrón con un poco de escote, justo la que te viene perfecta para ese conjunto tan mono que ya tienes preparado, pero la buscas, te vuelves loca mirando por todos los lados, y nada, la camiseta no aparece, te conformas con otra cosa que no le va mal pero no es la perfecta que buscabas, pero al día siguiente abres el armario sin tener nada pensado y de repente la ves, colgada, delante de tus narices, como burlándose de ti y te das cuenta de que ha estado ahí todo el tiempo y la ves ahora, cuando no la necesitas. Pero bueno, al final me he puesto una camiseta básica de tirantes negra con una chaqueta de punto gris, que compre la semana pasada en Stradivarius, con unos vaqueros pitillo azules que se meten por dentro de unas botas grises con el mínimo tacón y muy cómodas.
No se si estoy enamorada o es una simple obsesión provocada por el hecho de recibir un trato especial por parte de un chico como Marcos.  Ya se que no lo conozco mucho, ya, pero el tiempo que he estado hablando con el por el Tuenti, que no ha sido poco, y el poco tiempo que hemos hablado cara ha cara me he dado cuenta de que es perfecto y que me gusta mucho, que no creo que haya nadie tan simpático, sensible, por otro lado, pero a la vez gracioso, y que además de todo esto tenga el físico que el tiene."Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única."  No se si Jorge Luis Borges tendrá razón pero según lo que dijo yo estoy sin duda alguna enamorada de Marcos.
Ya he llegado a la puerta del instituto, he llegado cinco minutos antes de lo previsto, pero así mejor, me dará tiempo de tranquilizarme, serenar mi agitada respiración y ponerme los cascos de mi MP4 y escuchar algo de música. Pongo el modo aleatorio, no tengo ganas de escuchar ninguna en concreto solo pretendo distraerme un poco. La primera que suena es "Buscando el sol" de El Pescao, me encanta esta canción. La escucho sin pensar en nada y pensando en todo, siguiendo el ritmo de la música con la cabeza. Absorta en mi mundo. Pero a la vez contemplando como en el árbol de enfrente un pajarito esta construyendo su nido, baja al suelo a por ramitas y vuelve a subir, una y otra vez, debe ser un trabajo muy duro, menos mal que el mínimo esfuerzo que tengo que hacer yo es subir las escaleras hasta mi casa, y eso, si no va el ascensor.
<Haces que se me pasen las horas y salga el sol, a veces antes de tiempo...> La canción continua, esta parte me encanta. Muevo los labios cantando la canción y una sonrisa se dibuja en mi boca, hay que ver la cantidad de cosas tontas que te dan una pequeña, pero tan necesaria, repentina felicidad. Solo que no puedo sentirme muy identificada porque de momento lo único que esta consiguiendo Marcos es que estos cinco minutos se me estén haciendo eternos.
Miro el reloj. Ya hace cinco minutos que tenía que estar aquí,
¿A que juega? Vale, he venido muy pronto pero el esta llegando tarde, y es el quien me ha invitado, debería llegar el primero y no al revés. En ese momento veo que a lo lejos hay dos chicos besándose, no los conozco de nada, pero me distraigo pensando en su situación. Parecen de mi edad, casi con toda seguridad estén empezando una relación, ya que a mi edad son más bien pocos los que pasan de los dos meses saliendo con la misma persona. Puede ser un beso de reconciliación por una discusión pasada, por un malentendido ya olvidado, por una situación malinterpretada que les ha provocado una estúpida separación de caminos que con ese beso se vuelven a juntar. Puede que simplemente sean amigos, o estén de rollo, que ese beso no signifique nada para ninguno de los dos, seria triste puesto a que no soy muy partidaria de ese tipo de "relaciones", si es que se pueden llamar relaciones.
En ese momento estoy completamente ensimismada en mis pensamientos absurdos, cuando de repente siento que dos brazos me agarran por detrás a la altura de la cintura, en un segundo intento darme la vuelta para ver el rostro de mi atacante, pero estoy muy pegada a el y el girar la cabeza lo único que consigo es que sus labios choquen con mi mejilla y me de un improvisado beso allí donde se estamparon. Sus labios siguen apoyados allí, cuando con por el rabillo del ojo consigo ver sus ojos, los reconozco al instante. ¿Como no iba a reconocerlos? Llevo todo el día pensando en esos ojos verdes, de mirada tranquila. En ese momento me suelta, ojala no lo hubiese hecho nunca, me podría haber quedado allí con el a mi espalda agarrados, podría haber llovido, nevado o granizado que no me hubiera importado lo mas mínimo, pero claro, teníamos que ir al cine.
-Siento el retraso, es  que cuando me pongo a tocar pierdo un poco la noción del tiempo.
-Tranquilo, si yo tampoco hace mucho que he llegado -Miento, no se porque, me ha salido natural, supongo que no quiero hacerle sentir mal o que se preocupe, para mi es suficiente con que haya venido.
-Pues vamos, que vamos a llegar tarde.- Empezamos a caminar, los dos juntos, sin tocarnos pero aun así lo suficiente cerca como para que una persona ajena a nuestro mundo pueda pensar que somos pareja. El, alto, guapo, con una sudadera negra con unas letras delante en blanco, unos pantalones vaqueros y unas Nike. Vamos la típica indumentaria de un chico de su edad. Yo, una chica alta para su edad, pero aun así mas bajita que el, menos mal porque sino esto habría sido un problema. No es que no hayan parejas así pero estéticamente queda mejor que el chico sea el alto, aunque siendo Marcos me hubiera dado igual que midiera un metro. Bueno quizás haya exagerado un poco.
No había mucho tema de conversación íbamos los dos callados andando hacia el cine, pero los dos sonriendo, en ese momento pensé que quizás lo que para mi era un silencio cómodo para el se le estaba haciendo pesado, y quizás piense  que yo soy un sosa, y eso si que no, mejor será que saque un tema.
-Bueno... ¿Y que tal los estudios? - Típica pregunta estúpida, que poco brillante estas hoy Gemma.
- Primero esta siendo algo difícil, sobre todo Física y Química, espero que me apruebe... ¿y a ti?
-Bien, no me va a caer ninguna.
-Puf... es que cuarto es facilísimo si lo comparas con primero de bachiller.-Pone cara de chulo, levanta la barbilla y me mira desde arriba con aire de sobrado- Y seguro que vas a letras.
-Pues si vale, ¿algún problema?
-Pues que es muy fácil, y no tiene ningún merito aprobar, tienes que sacar notas altas...- Se esta chuleando de mi y encima solo hay que ver como a remarcado la palabra "aprobar", con tono despectivo.
Entre cierro los ojos y descargo toda mi fuerza y mi rabia con un puñetazo que se estrella con su hombro, dejo de andar, cruzo los brazos en mi pecho y de miro con cara de "te lo has ganado". Él se toca el hombro y lo mueve, ni que le hubiera roto un hueso.
-Ay... ¿Y eso?
Pongo morritos y pongo cara de niña pequeña.
-Te estabas burlando de mi.- Veo como intenta evitar reírse, como para no. Estoy en mitad de la calle imitando una rabieta de lo más infantil.
-Pero sabias que era de broma.- Sigue masajeándose su dolorido hombro y yo sigo con mi postura, no pienso ceder.
- No, si el puñetazo también...
-¿Tu vas a boxeo o algo así?
-No, pero creo que no se me daría nada mal.- En ese momento no puedo mas, me doblo en una carcajada y él me imita. Los dos estamos parados riéndonos tranquilos, relajados, como si no fuéramos a llegar tarde al cine, pero en este instante eso pierde importancia. La gente pasa y se nos queda mirando, nos sonríen y nosotros seguimos riendo, jadeando por la falta de aire. Pero en ese momento me suena el móvil. Me dejo de reír, no sin mucho esfuerzo.
-¿Si?
-Bueno, que tal con tu príncipe azul.
-Bien... aquí estamos yendo hacia el cine.
Me mira con cara de curiosidad, él también a dejado de reírse, solo que esa preciosa sonrisa permanece aun en sus labios, muevo los labios intentando que entienda con quien estoy hablando "Tamara" el asiente con la cabeza, lo ha entendido. Se apoya en el lateral de un coche.
-¡Gemma! ¿Si o no?
-Hum... perdona pero no te he entendido...
-Podías prestarme algo de atención... Que si crees que te dejaran cenar en mi casa.
-No se... pero Tamy... ya hablaremos. ¿OK?
-Vale, adiós gorda.
-Si sigues así me vas a acomplejar.
-Sabes que es de broma.
-Otra con las bromitas…- Y le miro a Marcos que sigue atento a mi conversación y por lo tanto se ríe, al igual que yo. Antes de que Tamy consiga preguntar algo mas ya he colgado, y me acerco a Marcos.
-¿Crees que podremos ver por lo menos el final de la película? porque al paso que vamos...
Con un simple "Tienes razón" nos encaminamos hacia el cine mas felices y relajados hablando de cualquier tontería, de alguna que otra cosa seria, pero sobre todo sintiendo, disfrutando del momento, viviendo. Y anhelando que la tarde siga como ha empezado, entre risas y algún que otro puñetazo, obviamente siempre por parte de Gemma.


------------------------------------------------------------------------------------
Perdón por saltarme el capitulo de la semana pasada pero andaba algo liada. Un beso. :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario